La figura de Moisés ha capturado la imaginación de millones a lo largo de los siglos. Su relato, arraigado en las sagradas escrituras de varias religiones, especialmente en el Antiguo Testamento de la Biblia, presenta a Moisés como un líder, legislador y profeta excepcional. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿realmente existió Moisés o es su historia una amalgama de mito y realidad?
La principal fuente de información sobre Moisés es el relato bíblico. Según la narrativa, Moisés nació durante un período en el que los hijos de Israel eran esclavos en Egipto. Su vida toma un giro significativo cuando es rescatado de las aguas del Nilo y criado en la corte faraónica. Después de descubrir sus raíces hebreas, Moisés lidera a los israelitas a través del éxodo del cautiverio egipcio, guiándolos hacia la Tierra Prometida y entregándoles las leyes divinas en el Monte Sinaí.
La Evidencia Histórica
Moisés y el éxodo es uno de los episodios más relevantes y conocidos de la Biblia. Los estudiosos se han preguntado desde hace siglos qué evidencias nos puede aportar la arqueología para comprobar su veracidad y la verdad es que es una cuestión muy difícil de abarcar, sobre todo si buscamos la literalidad de la biblia.
Desde el punto de vista histórico, la figura de Moisés presenta desafíos considerables. La falta de evidencia arqueológica directa que respalde los eventos descritos en la Biblia ha llevado a algunos historiadores y arqueólogos a cuestionar la existencia literal de Moisés y la travesía del éxodo.
Hasta ahora, no se han encontrado inscripciones contemporáneas en Egipto que mencionen a Moisés o documenten el éxodo. Además, la cronología de los eventos bíblicos no siempre coincide con los registros históricos conocidos de la antigüedad.
Pero si nos lo tomamos como historias de antigüedad que fueron modificadas con la transmisión oral, encontramos que hay episodios históricos que pudieron dar lugar a la historia que luego se pusieron por escrito, pero ya modificada con el paso del tiempo y la imaginación de los pueblos.
Cuando nos adentramos en la arqueología, ¿dónde encontramos al pueblo de Israel? ¿y en qué época podríamos fechar el éxodo en caso de haber ocurrido realmente? Vamos a abordar esas cuestiones en el vídeo de hoy. ¡Comencemos!
Antecedentes – José y los Hicsos
Antes de acudir al éxodo, tenemos qué preguntarnos cuándo entrarían los israelitas en Egipto. Es decir, tenemos que acudir a la historia bíblica de José y tratar de ubicarla en el tiempo.
La Biblia nos cuenta que con José llegaron los israelitas a Egipto, en busca de comida y estabilidad, pues en sus tierras asolaba la sequía. El faraón recibió la ayuda y sabiduría de José y en agradecimiento su pueblo llegó a Egipto, donde se asentaron durante mucho tiempo en la prosperidad.
Este hecho se suele relacionar con el evento histórico de la entrada de los hicsos en Egipto. Si bien los hicsos eran politeístas, eran un pueblo semita originario de la región de Canaán que se asentaron en Egipto poco a poco a través de oleadas migratorias en busca de estabilidad y recursos económicos. Esta entrada paulatina de las gentes del Levante en Egipto se ha registrado desde el reinado de Amenemhat III, a finales de la dinastía XII en el Reino Medio, alrededor del 1800 a.C. Grandes proporciones de estas migraciones se ubicaron alrededor de la actual localidad de Tell el-Daba, en el norte de Egipto. En la tumba del gobernador Khnumhotep II en Beni Hassan tenemos pinturas que muestran cómo eran los asiáticos que venían a Egipto durante esta época.
Los estudiosos de la Biblia piensan que quizás el faraón que promovió a José podría ser algunos de los faraones de finales de la dinastía XII, pero no tenemos evidencias de ningún José que fuera visir de Egipto. De nuevo si buscamos la literalidad no encontramos evidencias pero si buscamos hechos históricos generales es más sencillo aproximarnos a eventos que podrían haber inspirado las escrituras con el paso del tiempo.
Ahmose y el Éxodo
Con el tiempo, los migrantes del Levante se mezclaron con la población local y aunque preservaron muchos rasgos culturales propios, también adoptaron tradiciones y cultos egipcios. La gran cantidad de orientales asentados en el norte de Egipto dio lugar con el tiempo a un gobierno propio. Aquí tenemos ya los llamados hekau khasut por parte de los egipcios, que significa “gobernantes extranjeros”. Son los hicsos, que tuvieron sus propios faraones durante el segundo periodo intermedio egipcio, controlando gran parte del país desde su capital, Avaris, situada en esa localidad actual de Tell el-Daba.
Esto provocó grandes rivalidades políticas en el país que durante todo este período estuvo descentralizado y dividido. La dinastía egipcia, situada en Tebas al sur de Egipto consiguió expulsar a los “gobernantes extranjeros”, los hicsos a finales de la dinastía XVII, alrededor 1550 a.C.
Esta es la primera opción para ubicar un hecho histórico “paralelo” al éxodo de la biblia. Evidentemente en este evento no es un faraón que expulsa a un pueblo esclavizado y monoteísta, sino a un pueblo que gobernaba el país desde el norte y que rendía culto a una mezcla sincrética de dioses egipcios y semitas, siendo su dios más relevante el dios Seth y Apofis.
La estela de Israel
Pero todo esto te sonará discordante puesto que nada de esto es literal a lo que cuenta la biblia y además los mismos hicsos no son judíos ni hablan en ningún momento de ningún pueblo de Israel.
¿Cuál es la primera noticia histórica en Egipto que hable de Israel? Para hablar de esta primera noticia histórica tenemos que movernos adelante unos trescientos años, allá por el 1200 a.C en tiempos del faraón Mernptah de la dinastía XIX, heredero del popular Ramsés II.
A su reinado pertenece la conocida como estela de la victoria, también conocida como estela de Israel. Esta estela, que se encuentra en el Museo del Cairo con una réplica en el templo funerario de Merneptah en la orilla occidental e Luxor, habla de la política exterior egipcia en sus tiempos.
La estela conmemora las campañas militares del faraón en la región de Canaan. En la estela se nombra las diferentes regiones y pueblos vencidos por Merneptah y entre ellos se menciona un pueblo, Isryal, es decir, Israel. Si bien no se refiere a una región geográfica concretamente, se refiere a un pueblo, pues en lugar de tener el determinativo de tierra extranjera, tiene el determinativo de gentes, que lo identifica, podríamos decir, como tribu. La tribu de Israel.
Por esta mención en la estela, como digo la primera mención de Israel de la historia, algunos estudiosos de la biblia han querido emplazar el evento del éxodo y a Moisés en la época de Merneptah, pero esto es solo una sugerencia basada en este pequeño detalle de la estela. No se habla del Israel como pueblo de esclavos expulsados de Egipto, sino como pueblo vencido por el faraón en el extranjero junto a muchos más en sus campañas militares.
Ramsés II y Moisés
Hay otra interpretación y es la que ubica el éxodo en la época de Ramsés II. Vamos a ver qué sentido tiene. Esto se basa en un simple hecho descontextualizado: Se habla de Ramsés como ciudad en la que ocurre la historia de Moisés. Y sí, como ciudad, no como faraón. Si leéis la biblia comprobaréis que al faraón se le llama simplemente Faraón. Sin más. Ahora, ¿hay alguna ciudad en Egipto que reciba el nombre de Ramsés? Y la respuesta es que sí. La capital de Egipto a partir de la dinastía XIX era Pi-Ramsés, ubicado en el delta cerca de la antigua Avaris (Tell el-Daba). Pi-Ramsés, que podemos traducir como “la casa de Ramsés” fue una ciudad construida por Ramsés II como capital de Egipto por su ubicación estratégica, perfecta para controlar los movimientos poblacionales entre Egipto y el Levante.
Es muy probable que la ciudad a la que se refiere la Biblia sea Pi-Ramsés, lo que nos obligaría a ubicar cronológicamente la historia de Moisés a partir del reinado de Ramsés II, aunque no necesariamente durante el reinado de Ramsés II.
Moisés como personaje histórico
Desafortunadamente no tenemos datos que hablen de Moisés como personaje histórico pero Moisés como nombre podría tener su origen etimológico en el egipcio antiguo. Moisés podría venir de la palabra msw, que en egipcio significa “el nacido”.
Con respecto a eventos concretos de la historia bíblica tenemos la “apertura de las aguas”, una referencia cultural que podría haberse tomado de la tradición egipcia y haberse usado en la historia de Moisés a través de la imaginación del pueblo y la transmisión oral. Esa “apertura de las aguas” es un evento narrado en un papiro egipcio, el papiro Westcar, que nos cuenta durante el reino antiguo un sacerdote mago egipcio abrió las aguas del lago para ayudar a encontrar el pendiente perdido de una de sus concubinas. No es la única referencia cultural egipcia que se adapta y aparece en los relatos bíblicos.
La esclavitud
Tampoco tenemos datos que hablen del pueblo de Israel como pueblo esclavizado en Egipto. Vamos a hablar ahora de detalles importantes de cultura general sobre la esclavitud en Egipto, para poder ubicarnos mejor culturalmente.
Esto lo hemos dicho hasta la saciedad pero todavía hay personas que me preguntan al respecto. Los egipcios no usaban esclavos en la construcción. Esta idea es totalmente falsa. Tenemos evidencias y registros textuales y arqueológicos de sobra que demuestran que los obreros egipcios eran asalariados protegidos del Estado.
Ahora bien, los egipcios sí usaban prisioneros de guerra. Hombres hábiles procedentes de tierras vencidas por los egipcios que eran trasladados al país para trabajar sobre todo en canteras. En todo caso, si hubiera que pensar en israelitas esclavizados, serían prisioneros de guerra usados en trabajos forzados en canteras junto a otros prisioneros de otros pueblos y no por su religión, sino por el mero hecho de haber sido vencidos por el faraón en sus tierras originales, convertidas en tierras vasallas.
Como veis no traigo respuestas definitivas ni mucho menos. Como siempre tenemos muchas preguntas y pocas respuestas pero os traigo interpretaciones y hechos históricos comprobados que podrían haber inspirado los relatos orales que luego se pusieron por escrito, pasado mucho tiempo. La Biblia se habría escrito en un transcurso de un milenio entre el 900 y el 100 a.C. Lo que en término de historia faraónica es hace relativamente poco tiempo, muchos siglos después de los eventos que os he contado en este vídeo.
Por último decir que esa asociación que hay por internet que dice que Senenmut fue Moisés es algo descabellado sin ninguna base científica.